Hoy estoy enojado y bastante desilusionado con el sistema religioso, el católico apostólico romano.
Me disponía en esta radiante mañana, a que mi hijo Raúl conociera en vivo y en directo la majestuosa Catedral de mi Capital, Cádiz. Cual fue mi conmoción, que cuando llego a la puerta que se encontraba abierta para poder pasar al interior de la Iglesia Catedral, me topo de cara con un cartel que dice:
ENTRADA ORDINARIA - 5 €.
Soy plenamente consciente, que con este artículo, me estoy tirando piedras contra mi propio tejado, pues soy cofrade y tengo que pagar cuotas de hermanos y colaboro con aportaciones para algún que otro atributo, para mi Hermandad. Pero es que me es inconcebible que para entrar en la casa de Dios, en el templo del pueblo, me estén cobrando.
Ahora dirán que eso es para Caritas, para alguna acción social o que se yo, pero eso a mi no me vale, no pueden recaudar guita, a costa de ir al encuentro de Jesucristo y su santa Madre.
Querido clérigo, este que está aquí presente, cada vez está más hastiado con todo lo concerniente a lo levítico.
No vengáis ahora con eso del dogma de fe y toda esa parafernalia, pues el ingresar dinero por esa causa, no tiene justificación alguna.
Lo más lastimoso de todo esto, es que mi niño se quedó con las ganas de ver la Catedral de Cádiz, que su padre le estuvo con mucha ilusión comentando que íbamos a ir a visitarla. Afortunadamente dinero tenía, pero lo siento Curas, "NO ME DABA LA REAL GANA DE PAGAR POR VISITAR A CRISTO Y MARÍA", pues ya lo dijo el Todopoderoso… "DEJEN QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MI".
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