HAMBRE DE VIDA.

¡Que bueno está el melocotón! Me acabo de comer uno y está de rechupete.

Martingal@s, hoy he cambiado la mecánica y el artículo lo estoy escribiendo ahora, por la tarde y lo publicaré en cuanto lo termine.
Quiero en esta ocasión insuflar de entusiasmo y optimismo a todos vosotros, a todos los lectores de mis opiniones, a todos los que me seguís y en definitiva al conjunto íntegro.

Septiembre, mes de apertura en todas las índoles sociales que nos enfrentamos en la vida. Colegios, trabajos, gimnasios, asociaciones, cursos, etc… Es la época de los buenos propósitos. Para mi, es como si fuera año nuevo, pues nos marcamos metas, objetivos que queremos alcanzar y nos llenamos de ganas y energías, para afrontar con garantías todo lo que se nos viene encima.

Compañer@s, comámonos todo lo que tengamos en nuestras mentes, engullamos la totalidad de objetivos que nos hayamos propuestos y no cesemos en ello.
Hay que aplastar a los indeseables y a las alimañas que estén pululando a nuestros alrededores y como si de una empresa de antiplagas se tratara, fumiguémosles hasta acabar con todos ellos. No pueden ser un estorbo el cohabitar con esa plebe, cuanto antes nos deshagamos de ellos, más rápido alcanzaremos nuestras ilusionantes intenciones.

Si os sirve de algo, yo estoy con el tanque lleno de entusiasmo y estoy dispuesto a tenerlo entero infinitamente. A veces en esta martingala de vida, el deshacerse de un lastre, libera y mucho. Creo que ahí esta el quid de la cuestión, en rodearse de los tuyos, de los que te aman, de los que te hacen caso, de los que te dan ese beso o esa carantoña que la necesitas justo en ese momento y no en otro de falsedad que ya no vale para nada.
El circo este en el que estamos todos conviviendo, llamado vida, está diseñado para que poco a poco vayas descubriendo quienes son alacranes y quienes son cisnes.

Lo dicho, sigamos saltando vallas y jamás decaigamos en el intento pues ha llegado el momento de tener… HAMBRE DE VIDA.