(Pasan cinco minutos de la hora pactada para la entrevista con la soberbia. El espacio en el que me ubico, es todo majestuosidad, con mucha pompa, fastuoso. Es una sala de mármol y con incrustaciones de oro y bronce. Las paredes son adiamantadas y cuelgan de ellas unos gigantescos cuadros con rostros, que creo reconocer, ya que aquí se encuentran todas las personas soberbias que existen en el mundo y este que os escribe ha conocido a muchos de ellos por desgracia.
En estos momentos la soberbia entra en la sala, portada por cuatro criados soberbios, que perfectamente conozco, en unas angarillas de plata y marfil. Me dispongo a hacer la entrevista, saco mi portátil y comienzo)
PERIODISTA.- Buenas tardes Dña. Soberbia. Antes que nada…
SOBERBIA.- Antes que nada le diré que no pienso estar aquí mucho tiempo, que mi tiempo es oro, que es usted una persona inferior a mí y que por lo tanto me debe sumisión a la hora de preguntar y por supuesto en los modales que vaya a tomar con respecto a mi persona.
PERIODISTA.- (Me quedo acongojado) Si, si, claro lo que usted desee, mi Señora. (Pausa) Que palacio más bello y que decir de su…
SOBERBIA.- ¡Al grano y no sea usted pelota!
PERIODISTA.- (Asiento con la cabeza y me dispongo a formular la primera cuestión) ¿Cuantas personas pueden usar sus servicios?
SOBERBIA.- Todo el que este preparado y tenga entre ceja y ceja fastidiar, fardar, abusar, aplastar, amedrantar y por supuesto amenazar a los demás.
PERIODISTA.- ¿Cualquier persona puede servir?
SOBERBIA.- Normalmente todas, pero me utilizan más los llamados "chulos", los que van de "artistas por la vida". Aquellos que se jactan de dinero, de mujeres, de casas, de cargos, etc… Después están los soberbios "tontos", esos son los que no tienen nada de nada y a veces se juntan con los soberbios "chulos" y ya se creen que son de la misma condición, pero vamos, que esos suelen prescindir al poco tiempo de mis servicios y utilizan mas a mi querida amiga LA ENVIDIA.
PERIODISTA.- ¿En que conceptos hace usted más énfasis con sus clientes?
SOBERBIA.- Sobre todo y ante todo, altivez en las poses. "Ronear" como decís vosotros los andaluces. Mirada de superioridad, con la vista siempre al frente, manos atrás como en posición de "aquí estoy yo", amenazas constantes, poder de convicción, barbilla en alto y lo más importante, aniquilar a todo el que se cruce por el camino, sin mirar vínculos sentimentales. En mi trabajo no valen los sentimientos, solo me quiero yo, me amo yo, me idolatro yo y mi ego está y estará siempre por encima de todo el populacho.
PERIODISTA.- ¿Una película preferida?
SOBERBIA.- Tengo muchas no se cual decirle. Ciudadano Kane, Los intocables de Elliot Ness, el Hundimiento y algunas más.
PERIODISTA.- ¿Cuando se puede prescindir de sus servicios?
SOBERBIA.- (Ríe de forma maléfica) Nunca, jamás, el que es soberbio, se levanta soberbio, desayuna soberbio, merienda soberbio, cena soberbio y se acuesta soberbio. Actúo como el cancer, a todo el que está a mi alrededor, lo invado.
(En estos momentos un criado soberbio entra y le susurra al oído algo a la Soberbia)
Me tengo que ir, han solicitado mis servicios, en una entidad muy conocida, precisamente de tú tierra, de donde tú eres y allí tengo muy buenos clientes y no puedo desaprovechar la ocasión. Además es un lujo para usted disfrutar de mi presencia y a mi lado nada mas que están los que me eligen y usted no lo ha echo, por lo tanto me marcho…
PERIODISTA.- Una última pregunta, ¿hasta cuando estará usted trabajando?
SOBERBIA.- Hasta que gente como usted, muera.
(La soberbia se va, me deja sin palabras, paralizado y no puedo reaccionar a su parlamento. Solo puedo esperar a que se marche con su séquito detrás de ella y observar de nuevo esos cuadros tan enormes e identificar a muchos soberbios que reconozco óptimamente)
(Cuando llego a casa, recapacito y me da por escuchar esto y …)
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