Buscad en la RAE el significado de MARTINGALA y seguramente entenderéis mejor de que va todo esto. Después de meditar mucho si confeccionar este blog o no hacerlo, por fin me he decidido. Me siento asqueado de ciertos ámbitos sociales de esta martingala de la vida y tengo la necesidad de opinar de esos guetos sociales en los cuales, me noto desubicado y que en su día participé de ellos. SE ABRE EL TELÓN DE... ¡LA MARTINGALA DE LA VIDA!
Así somos en vida!
viernes, 1 de agosto de 2014
UNA DE RELATO… MI CANTAR DE ORO.
Ya podía oler el pastizal húmedo que me embriagaba de una fragancia de frescor incomparable a cualquier perfume de alta gama, de esos que suelen usar las personas. El orto casi se podía otear en la lejanía, produciéndose una estampa incomparable de belleza suprema.
Mi rutina matutina pronto empezaría, una vez que mi criador me diera los buenos días y me sustituyera el agua de ayer y me bufara el comedero.
Mi trinar resumia por cada habitáculo de esa hacienda de manera majestuosa, dulce, como si de una bruma encantadora se tratara y se inyectara en cada poro de piel de todo ser vivo que allí estuviera presente. Mis compañeros se quedaban embelesados, observándome como el buche se me abotargaba, llegando a límites que solo yo y nadie más que yo, podía conseguir. Las plantas conforme me estaban escuchando, parecían obtener un áurea especial y presentaban un color tornasoladas, de una estética primorosa.
Y allí estaba ella, mi reina, mi lucero, mi musa, mi protectora, mi divinidad… MI MADRE. Todas las mañanas asomaba su carita dibujada y me reconfortaba como el parapeto mas magnificente que exista en la tierra. Con ese gesto de ella, me convalidaba para el resto del día.
Mi convivencia era encantadora con todos los compañeros de jaula. No me fue nada fácil mis primeras andanzas en aquel galimatías de especies. Mi trinar siempre había sido excelente, el mejor. Claro la envidia hizo su presencia entre los "compañeros" y me pisoteaban e incluso intentaron echarme del grupo. Debo reconocer que en aquella época, algo de peloteo tuve que hacer para quedarme allí, pero eso si, siempre fui asertivo con todos.
Mi criador, cuando me dio la confianza plena, me llevaba siempre al concurso anual del campeonato del mundo, que era la competición más importante que existía de canto de canarios. Ahí estaban los mejores y solo los elegidos. Antes para llegar allí, había que ganárselo, compitiendo en campeonatos más inferiores y yo fui uno de los afortunados. Mi madre siempre estaba allí presente ya que todo mi cantar era para ella, para mi mamá, para la que me dio todo lo que yo le pedí en la vida y sin pedir nada a cambio.
Una mañana, algo enturbió la cadencia normal que tenía que ocurrir. Mi criador no estaba, mi madre me miraba angustiada al no ver la cara de nuestro mentor asomándose por las rendijas. Miré a mi alrededor y esa no era mi jaula, me habían cambiado. Los compañeros parecían otros, aquellos que se petrificaban al escuchar mi trino, ahora me esquivaban y lo más penoso de todo, habíamos cambiado de dueño. Me había encerrando en una minúscula canariera, que no correspondía conmigo. Ya no me depuraban el agua, me tenia que comer las cascaras de alpiste que se me iban amontonando en el suelo y me invadían el espacio vital.
Pasó casi un año y a uno de mis hermanos lo echaron a volar, ese era mi ojito derecho, con el que había empezado a cantar, a llorar, a reír… Y yo en rebeldía, empecé a ensuciarme, a que mi plumaje se viera poco lustroso, mi gorgoreo lo iba transformando a menos, hasta que apenas se apreciara.
Llego de nuevo el campeonato mundial y la puñalada trapera que me habían preparado dejaban a Casio y a Bruto, en pañales. Me dejaron de espectador de lujo en el campeonato del mundo, "SIN PODER CANTAR" "SIN PODER PEGARLE TRES CHILLIDOS DE LOS MIOS A MI MADRE" "SIN PODER DECLAMAR TODO LO QUE SIENTO HACIA MI MADRE".
Porque eso al fin y al cabo es lo que le paso a mi antiguo criador, que le callaron la voz. Él estaba en un grupo de "HERMANOS" y lo desplazaron. Y de golpe y porrazo lo arrastraron hacia el silencio súbito.
Al igual que él, partí los barrotes de esa cárcel en donde me encontraba y ahora puedo decirle a mi MADRE todas las cositas que me emanan del corazón y lo más importante de todo, se lo digo cuando me da la gana con… MI CANTAR DE ORO.
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