Así somos en vida!

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lunes, 4 de agosto de 2014

¿Y A ELLOS, QUIEN?


Hola amig@s, buenas noches. Hoy me siento muy optimista, demasiado diría yo.
Mi hijo, Raúl aquí a mi lado viendo CARS, Sarita intentando dormir y Carmen, mi mujer, hablando por teléfono, ¡que raro! Y yo, este que todas las noches os muestra un poquito de la martingala de vida en la que vivimos, sentado delante del ordenador, con la idea en mi mente y que por ende a continuación os voy a mostrar.

Me viene a la memoria una escena de la opera prima de Steven Spielberg, La Lista de Schindler, en la que Ralph Fiennes, uno de los mejores actores del momento, interpreta al malvado militar Amon Goetz, en la que él mirándose a un espejo y con una especie de gesto autoritario, se dice mirándose a si mismo: "TE PERDONO LA VIDA"
Así es como yo me sentía a veces con personas que me circundaban a diario y que afortunadamente ya están fuera de mi espacio esencial. Porque mucho de ellos van de "JUECES CASEROS". Dan veredictos, enjuician sin conocimientos previos a los demás y lo más pesaroso de todo es que imponen hasta condenas. ¡Lo que faltaba!
Estos seres, son personas sin sentimientos, juegan con las personas, como si de un yoyó se tratara. No piensan en el después, en lo que acarrean sus enjuiciamientos, simplemente lo ejecutan y ya está.

Estos "JUECES CASEROS" tienen el beneplácito de un "TRIBUNAL AMATEUR" que hacen de balsa ingenua, en la que todo queda a merced del "JUEZ CASERO".

En este mundillo cruel, en el que participamos todos, jugamos a sobrevivir, da igual como, pero lo más importante es resistir, a cualquier precio, pero aguantar. Solo unos pocos, nos pasamos a la anarquía y automáticamente nos trasladan al corredor de la muerte.

Yo participé en uno de esos juicios y para que os hagáis una idea, haré un símil con el que le hicieron al más grande, cuando lo llevaron al Sumo Sacerdote, Caifás. En mi juicio, también había Sanedrín, un Judas, el propio Caifás y hasta el Apóstol Pedro, el negador. Lo más fuerte de esa pantomima a la que asistí, fue esta frase que me arrojaron sin piedad: "¡TIENES QUE DEMOSTRARNOS!". Ellos, "LOS JUSTOS", "LOS  LEGALES", "LOS PIADOSOS", "LOS CARITATIVOS" me dicen a mí que tengo que demostrar. ¿A quien? ¿Por que? ¿Que he echo? ¿Quienes sois?

En este enredo vertiginoso de mi vida, me ha tocado demostrar muchas cosas, pero eran causas de peso. Por eso os recomiendo que no hay que demostrar nimiedades a requerimientos de "SANEDRINES DE PAJA". No hay que enredarse la cabeza con baratijas, hacedme caso, una vez que se rompe el cascarón, todo se ve de manera diferente, es como sentirse, en la LIBERTAD más infinita.

Ellos enjuician, dan veredictos, firman cadenas perpetuas, amordazan sin piedad, pero…
¿Y A ELLOS, QUIEN?



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