UNA TARDE EN EL PARQUE.

Chicles pegados en el suelo, bicicletas serpenteando, balonazos inesperados, gritos desmesurados, risas infantiles, llantos de sumisión, peleas ingenuas, la madre que quiso ser modelo y no llegó, carritos de bebés, madres hablando de: "mi mario, mi casa y mis niño", un cursillo intensivo de manicura en vivo y en directo, todos los hijos e hijas para sus padres son: "gordi, gordo, gorda, gordito y gordita" y los niños con un canijazo que no vea, empachos abusivos de chucherías, un castillo hinchable, un montón de churretes, las meriendas "pa" los niño, una "jartá" de mosquitos, una Nintendo DS, dos abuelas con sobrecarga de baba al ver a sus nietos jugar, una madre que quiso ser pija pero le faltó dos asignaturas, una indumentaria varonil que deja mucho que desear (zapatos negros y calcetín blanco), unos patines de línea, caídas ocasionadas por los patines de línea, una madre riñendo con la niña a causa de los patines de línea y unos patines de línea guardados, una mami fardando de móvil nuevo y haciendo fotos, un frío que salta de repente y nadie lleva rebequita, otra vez los mosquitos dando por saco, un hombre que pa el mes que viene se le acaba el paro pero el sabe un truco pa seguí cobrándolo (que me lo diga a mí como lo va hacer) , una montaña de cáscaras de pipas en el suelo, que va camino de parecerse a las famosas pirámides de Egipto, dos perros y uno que no se si llamarlo can o cobaya, una madre buscando a la niña dando voces y la niña al lado suya, un pisotón a una madre con sandalias, posteriormente correspondiente cate al niño, niños descalzos dentro del parque con la suela de los pies mas negras que un penitente del Veracruz, de nuevo los incansables mosquito "con to sus…" (piiiiiiiiiiiiiiiiii) 
Pero de pronto y sin previo aviso… ¡Que es lo que veo, no doy crédito, mis ojos taimados por la rutinaria cadencia de sucesos vivientes en el parque no reaccionaban al ver lo que delante de mi estaba produciéndose! Con ojos desafiantes y con la mirada puesta en ese lugar sagrado para ella, empezaba a desembarcar LA JEFA DEL PARQUE, LA CAPO DEL PARQUE, LA MADRINA DEL PARQUE. Todo lo que en ese lugar ocurría estaba a la vista de la MADRINA DEL PARQUE. La típica madre que al niño le dice:"Po tu al que te pegue le pega también, ya toy jarta que mi niño venga acribillaito del parque"
Silla de playa, flanqueada por otras pero de menor categoría, ósea banquetas, indumentaria de choni autentica y en todo momento su lenguaje era: (Lo siento la jerga que a continuación usare será soez e impropia de este blog) 
¡CARAJO, PICHA, COJONE, CHOCHO, POLLITA, PA MI COÑO, TUS MUERTO! Esa erá la dulce letanía de LA MADRINA, una y otra vez: ¡CARAJO, PICHA, COJONE, CHOCHO, POLLITA, PA MI COÑO, TUS MUERTO! Y de vez en cuando las palmeras que estaban a su alrededor, soltaban risotadas faroleras, que hacían que toda la atención del parque se focalizara, en el clan de LA MADRINA.

No soy clasista, los que me conocen lo saben, pero este tipo de comportamientos, solo hacen enturbiar, toda esa descripción que hice al principio del artículo, que es lo que tiene que abundar en un parque y no el comportamiento sucio e incomodo para unos niños que allí están para jugar y pasar agradablemente…  UNA TARDE EN EL PARQUE.