17 de Julio de 2014, presente mi ordenador y yo. De testigos, un cuadro de mi boda, el móvil, que por cierto no anda muy bien que digamos, el teléfono fijo, el mando a distancia del aire acondicionado, dos cables conectados a mi PC, uno el del cargador de mi GARMIN (reloj para runner) y otro el del cargador para mis auriculares. Por último un recipiente de madera, con forma de manzana que contiene: mi reloj, la radio, dinero suelto, un ticket del supermercado DIA, un reloj de adorno con unos colgantes y una flecha de esponja, de una pistola de juguete de mi hijo Raul.
Son tantas las frases que salen de mi cerebro imperfecto, que sinceramente hoy por ser el primer día, no atino a ordenarlas, es por tanto que la reflexión de hoy se la dedico a los FALSOS en general. Yo también he sido falso, en un montón de ocasiones y es por eso que dejé de serlo al ver lo mal que actuaba en los quehaceres diarios. Hoy en día me considero un personaje poco falso o mínimamente falso, lo suficiente para actuar en el devenir del día a día. Es indispensable ser falso, eso es así. Los buenos días al vecino, el hablar con la suegra, saludar al jefe, etc… Lo maléfico de ser falso, es cuando empiezas a soltar juramentos, por doquier y uno mismo es presente de esas declaraciones juradas y… !SORPRESA! El falso aparece., pues hace lo contrario. Normalmente el falso triunfa, pero es un triunfo de cartón, es un triunfo de martingala.
Cuando veo fotos, y con el iris de mis ojos los oteo, me produce, porque no decirlo, asco, repugnancia, ganas de vomitar incluso. Hasta tal es el punto, que los acogería en mi casa para intentar curarlos, pero claro esto solo es una quimera, una de tantas otras, porque a mi también me deberían curar de tantas y tantas anomalías que tengo, que no habría casas para acogerme.
En fin amigos, por ahora creo que he esputado una ínfima parte de lo que guardo en mi corazón, alma y cabeza.
Sigamos martingaleando en la vida!
Con el telón abierto...los "falsos" nos invaden, estamos rodeados. Falsos dientes, falsos pechos, falsas melenas ( antes pelucas, ahora extensiones) y falsas expresiones; " cuenta conmigo" " quillo, cualquier cosa me llamas"..en fin...menos mal que nos quedan pequeñas verdades..en una sonrisa de dientes de leche o en un desinteresado abrazo de la omaita..cerramos el telón.
ResponderEliminarGracias Maru, un comentario genial!
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