LO TENGO CLARO, EL PODER CORROMPE.

Un segundo que hago pis y empiezo. (Pausa larga) Ya… ¡Uffff! Que relajado se queda uno cuando micciona.

Sacerdotes, políticos, banqueros, militares, empresarios… todas estas profesiones, en algún momento u otro, son corrompidas por el poder y en cierto sentido se puede llegar a entender. A más de uno me gustaría verlo en ese status social y que no sea corrompido, sea cual sea el envilecimiento que haya cometido.Yo mismo fui corrompido por el poder. Eso de tener a gente bajo tu mando, pone, y pone muchísimo. Te ciega y te sientes recio y vigoroso.
Si encima esa gente que tienes a tu lado, te remuneran, la trama es más fructífera y ya es opulencia, que se convierte en más y más y mucho más. Y no es solo en lo económico, el poder es tan putrefacto que va envenenando a todo lo que está a tu alrededor. Al final ya se sabe como acaba la opera prima, te das de bruces y "c'est fini".

Lo que me sorprende de todo esto, es cuando la preponderancia, llega a gente que antes eran una nimiedad y ahora son la supremacía personificada. Si encima ese poder llega a clases sociales que no son diestros en ninguna materia, el asunto toma un cariz muy peligroso. Pisotean a sus propios hijos, si hace falta, a tenor de llegar al tan ansiado poder. No ven ya ni amigos, ni a compañeros. Son capaces de encarnar a la perfección a aquel Apóstol llamado Pedro, el cual negó al propio Jesucristo hasta tres veces.
Cuando has tratado con estos seres humanos y encima tienes el handicap que tu has pasado por este estado tan vacuo, ves el deterioro espiritual que va padeciendo ese ser. Es normal, que el individuo que está dentro de ese circulo libidinoso, no lo palpa, no lo ve. Los que estamos fuera, lo vemos clarísimo.

Cambios de vestuario, nuevo categoría de "amigos" (jajajaja), estatus social ascendente y lo más importante que te da el poder, la sensación de MANEJAR A LOS TITERES.
Los títeres, ya se sabe, doblan la cerviz y sueñan algún día con ese poder, que desgraciadamente no les llegará nunca, porque el poder no llega, hay que buscarlo y no todo el mundo vale para abordarlo.

¿Sabéis lo más grande de este asunto? (Pausa y sonrisa de oreja a oreja) Que los poderosos, se convierten en la bajeza más infinita, en un plis, plas. Los que hoy están vociferando, concluyen musitando, los que ahora están en las aristas, acaban olvidados en las bodegas y los que están delante, terminan atrás.

Lo que hoy escribo, delante de mi pantalla, como todo lo que he tecleado en las entradas anteriores, es porque lo he padecido y lo más importante, he aprendido de ello. Por tanto, puedo y debo transmitiros a todos que… LO TENGO CLARO, EL PODER CORROMPE.